El proyecto nació como parte de un festival dedicado a jardinería y paisajismo para reactivar el descuidado Jardín Botánico de Chapultepec en el corazón de la Ciudad de México. Los tres días para los cuales la pieza estaba destinada se han convertido en más de tres meses debido a la respuesta por parte de un público interesado no solo en ver una serie de instalaciones dentro de un parque sino en formar parte de un espacio público capaz de impulsar nuevas formas de apropiación.